Confusión
Hoy en día hay mucha confusión en cuanto a las religiones. Sólo echa un vistazo a tu alrededor, iglesia católicas, evangélicas, testigos de Jehová, adventistas, mezquitas, templos budistas, religiones orientales, etc. De una manera u otra todas tienen un objetivo muy similar: Acercarnos a un ser supremo. Por si eso fuera poco, a lo largo de los siglos hemos comprobado vez tras vez las atrocidades innegables hechas en nombre de la religión. Los mismos que representaban autoridad espiritual eran los que cometían los mayores aberraciones. En la actualidad segamos lo que se ha sembrado: Desinterés general por lo espiritual.
¿Era ese el plan de Dios? ¿Confusión, desengaño, mentiras, poder, riquezas, muerte? ¡Ni mucho menos! Pero cuando el hombre mete su zarpa en el plan divino, eso es lo que sucede. El ser humano es capaz de transformar un paisaje precioso en un lugar desolado, marcado por la suciedad y el desespero.
Entiendo que muchos no crean o no quieran creer en Dios (y no es este el lugar para probar su existencia o Su carácter) pero presupongamos que Dios existe, y que la Biblia, la Palabra de Dios, es verdad. ¿Puedo llegar a entenderla? ¿es clara? ¿Tiene utilidad en la actualidad? ¡Sí, sí, y sí! Hay quienes dicen que la Biblia sólo la pueden entender los eruditos… cuando en realidad fue escrita para gente como tu y como yo. Su mensaje no cambia y lo encontramos a lo largo de cada página. Este mensaje ha transformado vidas, ha provisto esperanza, paz y libertad a todos aquellos que han aceptado su mensaje, y lo más importante de todo: Ha mostrado el camino a una nueva y perfecta relación con Dios. ¿Quieres algo así? ¿Anhelas encontrar la verdad y estas cansado de buscar? Date un respiro, ven y escucha el mensaje del Evangelio, las Buenas nuevas de Jesucristo.